El castillo de Molina de Aragón, también llamada fortaleza de Molina de los Caballeros, esta asentada en la falda del monte que se eleva por encima de la población y el valle del río Gallo.
Se encuentra en estado de ruina consolidada, y fue declarado Monumento Nacional el 3 de junio de 1931, formando parte del Patrimonio Histórico Español.
Es el castillo más grande de los que quedan actualmente en Guadalajara. Situado en una ladera que domina el valle, posee una muralla exterior, con numerosas torres de defensa, que rodea el perímetro y que protege la fortaleza propiamente dicha. El castillo interior llegó a tener ocho torres, de las que se conservan restos de dos y otras cuatro en buen estado. Estas torres están comunicadas por un adarve almenado.
El origen de esta fortaleza se remonta a un alcázar que levantaron los árabes sobre un antiguo castro celtibérico entre los siglos X y XI, y en el que situaron su residencia los reyes que gobernaban esta taifa.
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