Bañada por el río Ebro (en la foto), Logroño ha sido históricamente un lugar de paso y cruce de caminos, tales como el Camino de Santiago, y de fronteras, disputada entre los antiguos reinos de la Península Ibérica durante la Edad Media. En el último siglo, la ciudad ha experimentado un crecimiento demográfico lento pero significativo respecto a las poblaciones cercanas, provocado principalmente por los movimientos migratorios desde otras comarcas de la región.
El Puente de Piedra, también denominado Puente de San Juan Ortega, en referencia al que se cree constructor del puente original, el cual poseía una capilla a las orillas Ebro que fue arrasada por una crecida del río en 1775. El actual fue construido en 1884, consta de 7 arcos y su longitud es de 198 metros.
No hay comentarios:
Publicar un comentario